sábado, 22 de diciembre de 2012

Cosas que querías hacer antes del fin del mundo y no te dio tiempo y ahora, teniendo la oportunidad, acabarás posponiendo hasta el próximo conato de Apocalipsis


- Leer todos los libros y ver todas las series y películas que tengo pendientes. O al menos, rezar para que el fin del mundo no llegue antes de que termine de ver Star Trek.   
Son esos típicos momentos en los que desearías ser como Neo,  el protagonista de Matrix, y poder asimilar datos cual ordenador, como en esa escena en la que aprende kung-fu: "Acabo de verme todos los capítulos de Sanford and Son mientras asimilaba un libro de cocina vietnamita, puedo morir en paz."   

  - Llevar una vida estable y emocionalmente sana:  No nos engañemos, en el momento en que vivimos, posiblemente este sea el mayor reto que nos podemos plantear.  De hecho es algo tan desconocido y lejano para mí que ni siquiera sé qué significa exactamente.  Ya no recuerdo lo que es dormir bien, ser capaz de socializar y llevar una vida ordenada. 

 - Enfrentarme a mis enemigos y vengar las ofensas sufridas. Algo tan increíblemente placentero y que sin embargo siempre da pereza llevar a cabo. Ante la proximidad del fin del mundo, lo interesante sería irse con la cuentas saldadas. 

- Pasar menos tiempo en el ordenador:  Antes de que alguien me queme en la hoguera por decir esto, que piense en cómo era antes de que su ordenador pasase a ser un apéndice de su cuerpo.  Aquellos tiempos en los que tenía mejor memoria, más capacidad de concentración,  más rapidez para pensar y sobre todo no sufría de ansiedad y no tenía ese presentimiento de que no estaba viviendo su vida plenamente.   "Espero que el infierno tenga wi-fi..."

- Escribir una novela o crear una serie: Por fin podría dar rienda suelta a la imaginación y plasmar todas las ideas que me rondan la cabeza.  Una comedia romántica de ambiente steampunk con los actores de Scrubs, un crossover de  Orgullo y Prejuicio y  Waterworld, una película para lucimiento de Michael Fassbender titulada  Explosión de ovarios...  e infinitos proyectos para los que el mundo no está preparado.

- Hacer un maratón de Monty Python's  Flying Circus, otra vez.

- Ganar en algún tipo de concurso o competiciónY que el perdedor sea alguien que me cae mal.  Aunque esto sólo pasa en las películas. 

- Aprender de una maldita vez a hacer unas tortitas decentesSaber aprovechar las parrillas del infierno es una manera de ganarse el favor del Príncipe de las Tinieblas (curioso que tenga tan asimilado el lugar al que voy a ir...)

- Aprender a tocar la guitarra. Sobre todo In my time of dying.  Está lloviendo lava y yo toco Led Zeppelin, ¿qué pasa?  Así es como debe ser. 

- Releer El Señor de los Anillos y El Hobbit.   El Silmarillion casi mejor me lo pienso dos veces...

- Destrozar con un hacha los coches que están mal aparcados. Lo haría ahora mismo, de hecho, si no fuera porque muy probablemente acabaría en la cárcel.  

- Prenderle fuego a un edificio. No es que quiera matar  a nadie, ni tampoco tengo ningún edificio en mente (si bien sentí deseos pirómanos hacia la facultad en algún momento dado). Simplemente el fuego...  el fuego pues es...  el fuego es bonito....

- Robar un banco y huir a caballo, como en las películas del oeste. Porque sí. Y porque los bancos se lo merecen. 

- Ir a todos los países que tengo apuntados en mi lista de "Sitios que visitar antes de morir". Empezando por el Parque Nacional de Redwood (lugar donde se rodaron las escenas de luna de Endor)   continuando en Roslyn, Washington (pequeño pueblo donde se grababa Doctor en Alaska)  y terminando el tour en el plató de Cuarto Milenio para compartir con Iker las últimas impresiones sobre el fin del mundo.  ¿Casualidad o serendipia?

- Comer tarta como si no hubiera un mañana. Porque no lo habrá.

- Aprender rusoO por lo menos saber imitar el acento con propiedad.

- Leer Nuestro común amigo, de Charles Dickens, que como todos sabemos es el último libro que hay que leer antes de morir. En el fondo seguimos queriendo a Desmond Hume. 

- Tener una experiencia lésbica con Monica Bellucci. (Aquí todos estaremos de acuerdo)

- Acosar a Colin Firth:  En un principio no sería acosar sino más bien hacerse amigo suyo. Pero como dudo mucho que él supiese que nuestras intenciones son buenas (supongo) seguramente acabaría presentando una denuncia por acoso.
 Si se diese el caso, mi foto de la orla se iría a la basura porque nadie quiere saber nada de dudosos logros personales pudiendo enmarcar una orden de alejamiento de alguien a quien admiras.






miércoles, 19 de diciembre de 2012

A las cosas, por su título.

Si sois de los que no entendéis que Eternal Sunshine of the Spotless Mind  se tradujese como ¡Olvídate de mí!,  que ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú sea en realidad Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb  o que  They Shoot Horses, Don’t They? y Danzad, danzad, malditos sean la misma película, entonces,  esto lo comprenderéis.  

Ya que nadie se preocupa por ser sincero en estos temas, alguien debía hacerlo.


A las cosas, por el que debería ser su título.



Para mí Bruce Willis siempre será el pobre señor que perdió contra Ashton Kutcher, y Joseph Gordon-Levitt el chaval de Cosas de marcianos,  por mucha película "de culto" que haga. La vida es así.








El refranero popular está cargado de sabiduría sintetizada y asimilada con el paso del tiempo.   "Rubia de bote, chocho morenote"  podéis tomarla como una expresión vulgar y obscena,  pero es mucho más que eso.  Es una simplificación muy buena de la dualidad humana,  ying-yang, tu yo verdadero y lo que quieres mostrar, el bien y el mal que coexisten en nuestro interior...   pero lo mejor es la referencia vaginal.

domingo, 16 de diciembre de 2012

El Epicentro. Versión 1.1


Estais a punto de embarcaros en un gran viaje, en la profundidad de un proyecto vital. 

Todo comenzó en el caluroso y alocado verano del 2010.  Freaks and Geeks, una olvidada serie de corta duración que fue cancelada allá en el 2000, llegó a nuestras vidas. No es que vaya a hablar de ella ahora, porque para eso ya habrá otros posts. Lo que importa en este momento fue la repercusión que tuvo, ese instante de revelación en el que nos dimos cuenta de que esa serie podía servir como nexo de unión para todas las demás series que nos gustaban.


Una revelación se queda en algo abstracto e intranscente a no ser que busques la manera de materializarla. Aquel verano comenzó este proyecto, que sigue en continua* evolución desde entonces.
Os presento a continuación la versión 1.1, que no es más que un vago esbozo de lo que acabaría llegando a ser...



Si algo sale mal, Freaks and Geeks es mi constante...



*= Lo de "continua" es un eufemismo. En realidad sólo trabajé en ella durante un par de días. Después de eso fui anotando las demás relaciones por ahí, pero hasta hace unos meses no me dio por trabajar en la nueva y mejorada versión, en la que de hecho sólo trabajé una tarde y llevo eones diciendo que terminaré.
Pero ahí ya entramos en el tema de la procrastinación, que también es algo aparte de lo que se hablará en otro momento...

viernes, 14 de diciembre de 2012

Nuestra aportación a la causa. Segunda parte.

Independientemente del éxito o no-éxito de la entrega anterior, nos moló mucho el tema y no dejan de surgir más y más propuestas de casting.

De hecho, hemos llegado a un punto en el que, hagan lo que hagan, finalmente nos decepcionará, porque muchas de estas listas molan más que cualquier posibilidad real. 
(click en la imagen para agrandar)
  








domingo, 9 de diciembre de 2012

SI LO SÉ, NO VENGO

“Si lo sé no vengo”, algo que pensamos todos nosotros más de una vez.  Es un fenómeno bien curioso el modo en que, a veces sin saber ni el cómo ni el porqué, acabamos metidos en situaciones estúpidas que podríamos haber evitado con una pequeña dosis de actitud tipo “Pérez-Reverte”.  Pero ya hablaremos de la línea que separa el sentido común de la intolerancia. Ahora, hablemos de Scarlett Johansson.


Bien, ¿qué sabemos de Scarlett Johansson?  Que nació en Nueva York hace 28 años,  que mide 1,60 y es una mujer muy atractiva y mazo riquiña…   y ¡ah!  que le gusta susurrar cosas al oído de Bill Murray.

Pero a lo mejor no sabéis que una de sus primeras películas fue  Mi hermano el cerdito/My brother the Pig.
Este debe ser el momento exacto en el que Scarlett tiene 
su dosis de  "Si lo sé no vengo"
La película trata de un niño llamado George que, mientras sus padres están de vacaciones, se dedica a molestar y gastar bromas a su hermana (Scarlett Johansson) y a su niñera (Eva Mendes).  Un día, leyendo un libro,  lleva a cabo un conjuro que lo transforma en un cerdito. Evidentemente no sé cómo termina la historia porque ni la he visto ni la pienso ver.  Con una puntuación de 3,1 en Filmaffinity ya os hacéis una idea…

Portada digna del mismísimo Satanás...
Scarlett participó en la película en 1999, justo después de hacer El hombre que susurraba a los caballos. Estos dos filmes, junto con Un lugar donde soñar,  conforman dentro de su carrera artística lo que denomino “etapa de cortijo”. Picasso tuvo una etapa azul y Scarlett una etapa de granja.

El clímax de la película llega cuando la protagonista decide 
que quiere ser folklórica.  Que le den por culo a empresariales.
Sí,  la película es muy mala.  Pero hablando de ganadería, mejor eso que acabar en Granjero busca esposa  o  presentando anuncios de embutido.   Sea como sea no debería sorprendernos el argumento de la peli porque yo conozco a infinidad de personas que se volverían un poco “animales” si tuviesen a Scarlett Johansson cerca (la Patilla Izquierda por ejemplo).




martes, 4 de diciembre de 2012

Nuestra aportación a la causa. Primera Parte

Nos imaginamos lo complicada que será la elección de actores así que queremos proponer algunas ideas para ayudar a la productora. 

Quizá penséis que las selecciones son ridículas e incluso imposibles.  Bueno, pues tenéis razón,  pero si os ponéis exigentes id a casa de George Lucas para decirle que "en el espacio no hay sonido".  

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domingo, 2 de diciembre de 2012

10 motivos por los que Patilla Izquierda debería ver Dexter (2ª parte)


5 - Los secundarios: Mucha gente se queja de que les dan tramas insulsas y de que parece que son un estorbo para los guionistas. Pues bien, es cierto. Pero eso sólo los hace más encantadores y realistas. ¿No tenemos todos acaso un familiar o conocido al que hemos de soportar aunque no nos apetezca? ¡Pues aquí lo tienes! Deléitate con la trayectoria autodestructiva de Quinn o con las constantes intrigas políticas de Laguerta. Eso sí, para animar el cotarro siempre nos quedarán los chistes guarros de Masuka, las camisas de Batista (que es un cielo de hombre) y el par de momentos brillantes que le dejan tener a Harrison.

 4 - Los "malos" de temporada: Al estar ante una serie estructurada en temporadas más o menos autoconclusivas, los guionistas se ven obligados a ir superándose cada año, y esto implica que el antagonista de turno siempre mole más que el anterior. Unas veces se consigue y otras no, pero yo prefiero quedarme con lo bueno, es decir:

· El Ice Truck Killer de la primera temporada, que hacía cosas muy "hermosas" con los cuerpos de las prostitutas que mataba, y que probablemente sea el único de la serie cuyo encanto reside en no saber quién es hasta el final.

El primer cadáver de la serie. Qué tiempos aquellos.

 

· Arthur Mitchell, que también tiene un nombre de asesino guay (Trinity Killer), y  que tiene el plus de estar interpretado por un John Lithgow al que personalmente nunca había visto haciendo algo "serio". Un tipo que combina a la perfección el patetismo y el malrollismo, y que trae consigo el final de temporada más increíble que he visto en mi vida.

Problemas mentales aparte, es un hombre limpio.



· Isaak Sirko . Vale, la séptima temporada aún no ha terminado y ni siquiera sabría decir si se le puede considerar "el malo". Pero lo cierto es que tengo por costumbre escribir siempre un corazoncito después de su nombre, ya que mola lo suficiente como para desbancar a los dos anteriores de mi podio de "malos" favoritos, y de hecho  ha desbancado también a los del podio de "buenos". 
Un señor tranquilo y elegante que mata cuando tiene que hacerlo y el resto del tiempo disfruta filosofando sobre cosas profundas y viajando por las islas griegas.

Le amarás. Y odiarás a los guionistas. Y empezarás a ver Roma.


*Mención especial*  Para Lila y Miguel Prado, que a malos no llegan pero tocapelotas son un cacho largo, y al pobre Doom's Day Killer, que si bien le tocó la temporada más floja de todas, se curraba mucho sus escenas de crimen y tenía el mérito de seguir pareciendo buen chaval a pesar de sufrir un nivel muy alto de perturbación mental (es lo que tiene ser hijo de Tom Hanks).

Se nota que el chaval ha estudiado Artes.



3 - Debra: Cuando ya lleves mucho tiempo viendo la serie, te preguntarás cómo es posible que siga viva y cuerda. Es el típico personaje al que los guionistas disfrutan torturando:
- Eh, ¿no creéis que lleva mucho tiempo sin morir nadie?
- Sí. ¿A quién nos bajamos?
- ¿Al novio de Deb?
- ¿Otra vez? ¿No lo habíamos matado ya?
- No, ése era el anterior.
- Ah, vale. Pues dale.
Con todo, resulta encomiable que siga hacia delante, que resuelva sus problemas a base de palabrotas, que todavía le soporte las chorradas a su hermano, y que aunque todo la supere siga petándolo y siendo la más badass. Eso sí, necesita urgentemente mandarlo todo a la mierda y montar un chiringuito en las Bahamas.

Fuck. Fuck off. Fucking please. Fucking Jesus. Fuck you very much. Fucking fuck.


2 - Dexter: Hay personas que tienen tendencia a odiar a los protagonistas. Yo soy de esas personas. Siempre hay algún secundario que me cae mejor. Prefiero mil veces las historias corales bien equilibradas, en las que si alguien te cae mal siempre puedes centrarte en los otros personajes principales.

Sin embargo, aquí tenemos una serie que no solo tiene un protagonista absoluto, sino que además la serie lleva su nombre y el hilo conductor es su voz en off.  Si este protagonista cojeara por alguna parte, la serie no se sostendría y ser iría todo al carajo. Está claro que este no es el caso. Michael C Hall lo peta, cargando él solito con el 90% del peso de la historia. Dexter es un personaje muy simple, con unas necesidades muy básicas, pero por algún motivo siempre acaba metido en percales caóticos llenos de factores impredecibles, tales como las mentadas novias, los mencionados "malos", la Miami Metro Police para que la trabaja y que de vez en cuando van tras él sin saberlo, los niños, la necesidad de matar, el código de Harry, la selección diaria de donuts, los traumas infantiles, el mal rato que pasa cada vez que alguien se fija en su aparato de aire acondicionado...  La serie ha tenido sus altibajos (para mí la quinta temporada no existe, y de la sexta solo salvo la mitad), pero el personaje ha seguido ahí dándolo todo. Ahora que se acerca el final, solo cabe esperar que éste sea un fin digno y que no la caguen por querer estirarlo de más. ¿Que es lo que está pasando? Sí. Pero se supone que tengo que convercerte de que la veas.



 1-Ramos y Soderquist: La mayor grandeza de la serie. Que unos personajes sin frase ni prácticamente apariciones acaben por convertirse en lo primero que comentas nada más acabar de ver un capítulo. "¿Te has fijado? ¡Han ascendido a Soderquist!", "¡Sí, y Ramos estaba presente en la escena del crimen!". Es una verdadera lástima pensar en lo currantes que son y en lo poco que los otros personajes de la comisaría los tienen en consideración a la hora de hacer planes. Como mucho una partida de bolos o una cerveza, pero nadie les invita a los eventos importantes, como bodas o bautizos.
Tanta injusticia me hace desear que al final sean ellos quienes acaben por detener a Dexter. Se lo merecen, en nombre de todos los personajes de relleno desaprovechados por los malévolos guionistas americanos.  

Existen, y con el tiempo hasta te quedas con sus caras.








Bueno, tal  vez me he emocionado un poco de más y ni siquiera haya resultado del todo convincente. En cualquier caso, Dexter mola (siempre que te saltes la quinta temporada y te armes de paciencia con las posteriores), y se merece un poco más de reconocimiento por nuestra parte y por parte de todos.






BONUS TRACK: El opening. Nunca me canso de él.