viernes, 18 de enero de 2013

A las cosas, por el que debería ser su título.

Como ya ha quedado claro en varias ocasiones, poseemos un inconmensurable ego que nos lleva a creernos capaces de hacer el trabajo de otros mejor que ellos. 
Uno de los campos en los que hemos decidido aportar nuestro grano de arena es el noble arte de la titulación sincera de películas, un trabajo que comenzamos aquí, y que no dudaremos en continuar (porque, como siempre, nos mola más nuestra versión de la realidad):





Creo recordar haber visto la película pero no estoy seguro,  sólo me viene a la cabeza un señor fumando durante casi dos horas.  No digo (fumar) que sea una mala película (fumar)  pero sí que es cierto (fumar) que no me resultó (fumar) demasiado entretenida (fumar).






Los cazadores y aventureros también tienen corazón y, en este caso, dotes para el estilismo...






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